
Tomeu
Tomeu es oncólogo médico en el Institut Català d’Oncologia de L’Hospitalet. Tiene 31 años y es de Mallorca, aunque lleva media vida viviendo en Barcelona. Su día a día es como una carrera contrarreloj y, además, dedica gran parte de su tiempo libre a su papel como investigador. Hoy, te invitamos a conocer su historia.
Tomeu Fullana
Mi nombre es Tomeu Fullana, tengo 31 años y soy de Mallorca, aunque llevo media vida viviendo en Barcelona. Ahora en el Eixample Esquerra, muy cerca de las oficinas de SOLTI.
Mi día a día es como una carrera contrarreloj. Estoy todo el día ocupado. Me gusta despertarme temprano e intentar estar tranquilo a primera hora del día, pero no ir todo el día a tope ya que trabajo muchas horas. Llego al hospital hacia las 7:30h, siempre en transporte público y suelo estar allí hasta las 18:00h. Cuatro días a la semana intento hacer algo además de trabajar. Dos días voy al gimnasio, los miércoles hago clases de cerámica y los jueves hago clases de chino que empecé el año pasado para aprender un idioma diferente. Normalmente tengo 1 o dos guardias al mes y los fines de semana me gusta desconectar con mi pareja, hacer alguna excursión…
Lo que me hace más feliz, yo creo que es intentar comprender el mundo y su complejidad. Entender cuando algunas cosas encajan y por qué. Mi trabajo también me hace muy feliz aunque conlleve muchas horas y me llena mucho a todos los niveles.
Por otro lado, si tengo que pensar en algo que me indigne es sin duda que alguien intente tomar el pelo o estafar a otra persona. Aprovecharse de ella… No puedo con eso. Y algo que me de miedo… supongo que no ser suficientemente valiente para tomar algunas decisiones. Acomodarme en general.
En cuanto a mi profesión, decidí estudiar medicina porque me gustaba pensar que podría ayudar a la gente. Curarles. Con los años lo ves igual pero diferente a la vez. Es gratificante y la biología me gusta mucho, sobre todo la parte más científica. Después, decidí escoger oncología por los pacientes que sufren esta enfermedad. Necesitan que alguien los escuche, que les entienda… Siento que podemos ayudar de verdad y tomar decisiones importante de forma conjunta con ellos. También está la vertiente de la investigación que supone un reto cada día. Tanto esta parte como la humana son la razón de que acabase en esta especialidad. De hecho, La relación entre el médico y el paciente es la base de la medicina. Lo importante es hablar con los pacientes y, después, ya puedes hacer todo el resto de pruebas más avanzadas, pero lo primero es crear una relación de confianza, que no te tenga miedo… Que te vea como un aliado en el proceso de la enfermedad y no como un enemigo. Debemos estar a su lado, no en frente.
Lo que más me gusta de mi trabajo es dar altas. Cuando los y las pacientes mejoran sus síntomas, cuando les puedo ofrecer un ensayo clínico que estoy convencido que tendrá un beneficio para su caso o cuando conozco un fármaco que les dará menos efectos secundarios… Cuando les puedes ayudar y avanzan. Lo que menos me gusta es todo aquello en lo que veo que yo no aporto nada. Por ejemplo, la burocracia. Cuando no tengo tiempo para dar una calidad a un paciente porque tengo alguna cosa inaplazable o una hora de espera… Con eso lo paso mal. Cuando no puedo atender bien a los pacientes por culpa del sistema.
Mi vinculación con SOLTI empezó durante la residencia. Hace 2 años que la acabé y la relación empezó hacia el final, cuando me empecé a interesar por la parte de cáncer de mama en concreto. Mi jefa me orientó y me aconsejó hacerme socio, ya que es gratuito y me permitiría aprender mucho y estar al día de las últimas novedades asistiendo a sus diferentes talleres y formaciones. Después, empecé a trabajar en el ICO L’Hospitalet y me involucré mucho más. De hecho, ahora ya llevó proyectos como investigador y estoy implicado también en el nuevo grupo SOLTI Young para jóvenes especialistas. A toda esta actividad me dedico algún día dentro de mis horas laborales, pero muchos otros son en horario no laboral o de fin de semana.
Sin embargo, he decidido dedicar parte de este tiempo de mi parte personal a la investigación porque creo que es inherente a ser oncólogo. Cuando eres joven, sobre todo, está bien intentar descubrir cómo se investiga y estar involucrado en ello. Para mí, está al mismo nivel de importancia que atender a los pacientes en consulta. Necesitas investigar para poder aportarles una atención de calidad.
En mi día a día intento darle la máxima importancia a la investigación clínica, que cada paciente, además de poder ayudarle yo a él/ella, pueda ayudar a la investigación con su caso.
En el trabajo como investigador con SOLTI, siempre me he encontrado que todo el mundo tiene muy buena voluntad y a nivel estatal aporta muchísimo. Además, este trabajo que hace conjuntamente ayuda a cubrir necesidades que, sin la investigación independiente no sería posible. Gracias a SOLTI puedo ofrecer tratamientos en el contexto de ensayos clínicos y también estar al día de las novedades y tendencias en oncología a través de sus diferentes cursos y talleres. Para oncólogos jóvenes como yo es una muy buena opción. De hecho, si no existiesen grupos de investigación como este, habría tenido mucha más dificultad para acceder a cierta información de actualidad, para estar formado, conocer a referentes en el área con los que compartir experiencias y casos y, por supuesto, para ofrecer ensayos innovadores a mis pacientes.
Si pienso en el papel que puede tener SOLTI en el futuro de la investigación contra el cáncer, diría que ya lo tiene actualmente. Sólo debe continuar con el trabajo que está haciendo; que estamos haciendo. Tiene estudios en marcha con margen como para suponer un cambio y mejora de tratamientos actuales y está apostando mucho por la gente joven como yo. Estamos ante una especialidad dura que cada vez se solicita menos y, si no se hace algo al respecto, nadie se querrá dedicar en unos años.
En cualquier caso, a nivel general y desde el sistema de salud, necesitamos poder ofrecer un acceso más rápido a los fármacos que tengan buenos resultados en ensayos clínicos. Lo necesitamos. Los y las pacientes lo necesitan.
Y para acabar… diría que la salud es responsabilidad de cada individuo. Cada uno debe intentar optimizar los factores de riesgo y se deberían incentivar hábitos de vida más saludables. También debemos de ser conscientes de la suerte que tenemos con un sistema de salud público que asume tratamientos que valen miles y miles de euros y con un colectivo de investigadores que, por lo que veo, se mueven en su mayoría por altruismo y no por reconocimiento. Por poder ayudar; aportar a la sociedad.
¿Ya sabes cuál es tu papel?
En estas historias has conocido el día a día de diferentes personas con un papel en el cáncer de mama. Cada una de ellas, desde su perspectiva, sabe que sin investigación estaría viviendo una realidad muy distinta.
Hay papeles que no podemos escoger, pero en las vidas de Sara, Germán y Helena hay un rol muy importante: el tuyo. Porque en esta historia, tú sí tienes elección. Tu concienciación y colaboración con la investigación hace posible que podamos seguir con nuestra labor; hace posible que las personas con cáncer de mama, aquellas que no han tenido elección, tengan más y mejor vida. Así que ahora, escoge cuál es tu papel en esta historia.
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Sobre SOLTI
SOLTI es un grupo referente en investigación clínica del cáncer en España. Nuestra misión es promover una investigación innovadora que mejore el bienestar y el pronóstico de los pacientes con cáncer, en su mayoría cáncer de mama. Con una trayectoria de casi 30 años, está integrado por más de 500 investigadores en una red de 100 centros entre España, Portugal e Irlanda. Nuestra actividad se centra en el diseño y ejecución de estudios clínicos y, además, también ponemos en marcha planes formativos y divulgativos para especialistas del ámbito oncológico, pacientes y toda la sociedad. #beSOLTI
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